Cuenta la leyenda que…

Hace miles y miles de años los seres humanos estaban todo el día en peleas, en discusiones, en conflictos... Solo que en aquellos momentos cuando tenían un problema, un conflicto, recurrían a los Dioses y Diosas del Olimpo que acudían a resolver la situación y decían quien tenía la verdad, quien tenía la razón…

Así funcionaron durante muchos, muchos, muchos años hasta que un día alguien en el Olimpo pensó que tenían que vivir como Dioses y como Diosas y no pasarse el día para atrás y para adelante respondiendo a las demandas de los humanos, así que alguien propuso hacer un “brainstorming”.

Durante ese día se veía a los Dioses y Diosas dándole vueltas a la cabeza, pensando y buscando alternativas, hasta que ¡Eureka! ¡a alguien se le ocurrió una idea!

Construir un espejo

El Espejo de la Verdad, cuando alguien tuviera un problema, un conflicto se colocaría ante el espejo, y el espejo únicamente devolvería la imagen de quien tuviera la razón, de quien tuviera la verdad. A todos los Dioses y Diosas del Olimpo les pareció una idea fantástica así que decidieron ir a contársela a los humanos.

A los humanos también les entusiasmó, porque en realidad los Dioses y Diosas tampoco eran tan efectivos, desde que les llamabas hasta que acudían también tardaban lo suyo, entre que el angelito intermediario realizaba las gestiones en el Olimpo, los humanos por sí mismos no podían hacerlo, llevaba la reclamación… las Deidades atendían… en ocasiones se acumulaban los asuntos… en fin… ¡esto era fantástico! ¡una gran solución!

Tan contentos y contentas estaban que crearon el Templo de la Verdad, situado sobre una colina, ahí se veía como subían las partes en disputa confiadas de tener la verdad y cómo una de ellas bajaba triunfadora mientras la otra cabizbaja… incluso crearon Los guardianes de la Verdad…

Así funcionaron durante un buen montón de años, hasta que de repente alguien pensó que poseer el espejo era poseer un gran poder, y comenzaron años de lucha por poseer el espejo o por defenderlo…

Con tan buena o mala suerte que el espejo se rompió… Se rompió en tantos pedazos como seres humanos había… por eso cada uno de nosotros, cada una de nosotras posee un pedazo de espejo, un pedazo de verdad, sin embargo si queremos conocer La Verdad necesitamos unir los espejos de todas las partes y en eso nos ayuda la Mediación.