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Gestión de conflictos, mediación y promoción de la convivencia

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«No queremos ser valientes, queremos vivir sin miedo»

Hoy miércoles 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, queremos dedicar el post para hablar de la construcción de los estereotipos de género y los roles que le acompañan, así como las violencias que estos promueven y perpetúan.

En el post del 23 de noviembre nos referimos a Johan Galtung quien, en su Teoría sobre la Violencia, hace una diferenciación entre tres tipos de violencia: directa (insultos, intimidaciones en plena calle, violaciones y mujeres asesinadas…), estructural (como ejemplo tenemos la brecha salarial de género que en 2016 se situaba en un 24%.) y cultural:

“La violencia cultural es cualquier aspecto de una cultura que sirve para legitimar la violencia directa o estructural”.

Claro ejemplo de esta violencia cultural son los estereotipos de género.

Estereotipos de género: violencia cultural

En este sentido, a día de hoy queda un largo camino para alcanzar un estado de igualdad efectiva de mujeres y hombres, puesto que los roles y estereotipos de género continúan incidiendo y manteniendo un alto protagonismo en nuestras vidas, hallándose insertos en la cultura.

Desde el primer momento, los productos culturales nos trasladan discursos que nos mantienen encasilladas/os. Desde muy pequeños/as, estas ideas nos van colonizando y nos construimos en torno a ellas, por lo que resulta complicado ponerlas en cuestión. Así, los estereotipos de género son como una segunda piel y se convierten en expectativas (profecías) que se autocumplen. Por tanto, familia, escuela, medios de comunicación, religión, etc., transmiten ideas que penetran desde el principio de manera casi invisible, especialmente, para los ojos de quien no cuestiona nada.

Nuestra personalidad, formada en los primeros años de vida dentro de este marco cultural (que marca los roles de género) puede cambiarse, pero no es fácil porque hay deseos inconscientes que escapan de la racionalidad, debido a que han sido creados y asimilados en nuestros procesos de socialización, sutilmente.

Además, a pesar de que paso del tiempo sea un ejemplo de evolución, no podemos olvidar de dónde venimos, no podemos obviar las condiciones de injusticia y desigualdad de las cuales hemos partido, ya que, al fin y al cabo, la historia que nos antecede es como una mochila que cargamos a nuestras espaldas, cuyo contenido, aunque haya ido vaciándose o modificándose con el paso del tiempo, siempre deja huellas, que no son fáciles de borrar y que requieren de esfuerzos de cambio y de nuevos paradigmas.

En este sentido, nuestro compromiso desde Fundación Gizagune es romper con estos estereotipos.

#nosotrasparamos

Todas nosotras podemos recordar momentos en los que nos trataron diferente, en los que nos pidieron que nos quedáramos calladas, que nos portáramos bien, que no nos ensuciáramos, no nos vistiéramos de determinada manera, que tuviéramos cuidado de no ir solas, etc. Y como respuesta hoy nosotras queremos expresar que “No queremos ser valientes, queremos vivir sin miedo. No queremos ser perfectas, queremos ser libres”.

Y queremos poner énfasis en algo fundamental. A través de la comunicación interiorizamos todas estas narrativas que generan desigualdad, limitan la libertad y perpetúan las distintas violencias.

Nuestro objetivo es acabar con estas narrativas interiorizadas que nos limitan.

La igualdad y la desigualdad son realidades socioculturales construidas, aprendidas y, por tanto, transformables. Sin embargo, para que esta tarea se haga posible, resulta necesario cuestionar la construcción social aprendida, ser capaces de ser críticos/as, romper con los elementos culturales que promueven estilos relacionales basados en la violencia y rehacerlos, aprovechando las oportunidades y potencialidades que la propia sociedad ofrece.

 

 

Fundación Gizagune«No queremos ser valientes, queremos vivir sin miedo»
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1 comment

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  • Leopoldo - 05/04/2021 reply

    Muy importantes temas para motivar tanto a los terceros coadyuvantes como a las personas en conflicto que utilicen herramientas y aprendan habilidades para resolver los conflictos.

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