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Gestión de conflictos, mediación y promoción de la convivencia

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El perdón, una fortaleza ante el conflicto

Generalmente, relacionamos el acto de perdonar con la otra persona que nos ha fallado o ha cometido errores, pero no nos damos cuenta de que existe el perdón a uno/a mismo/a.

Es interesante en el conflicto llegar al punto del perdón, aceptación de los errores y defectos pero, sobre todo, para liberarnos de ira, resentimiento, angustia, estrés etc., que sin darnos cuenta afecta en primer lugar a uno mismo o una misma y en la percepción de las soluciones del conflicto.

Cuando hablamos desde el conflicto, no siempre es fácil hablar de perdonar a alguien que nos ha hecho daño y nos ha decepcionado. Es un acto complicado, de aceptar y que depende también de las circunstancias, la relación con la persona en cuestión y del contexto en el que se ha dado el conflicto.

Esto sería la primera parte del perdón, la aceptación de lo que ha provocado en nosotros y en nosotras la ira. Darnos cuenta que pensar continuamente en los errores, en la injusticia de lo sucedido, es perpetuar las emociones negativas, como la ira y el resentimiento.

Socialmente se tiende a entender el perdón como el acto de olvidar o de negar lo ocurrido. Lejos de esto, el perdonar es un acto sano y maduro de aceptación, de proactividad y de equilibrio que permitirá liberarse de la rabia. Es un acto de responsabilidad de lo ocurrido, que nos generará cambio y una visión más global de las cosas. Por lo tanto, nos llevará a una búsqueda de soluciones para el conflicto, no desde la rabia, sino desde la aceptación de lo ocurrido y desde la necesidad más real de uno/a mismo/a.

Nos evitará la culpa, depresión, ansiedad y otras consecuencias que genera el no perdonar.

Beneficios del perdón

Podríamos resumir algunos beneficios del perdón:

  • Disminuye las molestias y dolores
  • Disminuye el uso de medicamentos, y alivia el estrés físico y emocional
  • Previene problemas del corazón y disminuye la presión arterial
  • Mejora la calidad del sueño y disminuye la fatiga
  • Genera mayor presencia en el presente
  • Aumenta la capacidad de disfrutar
  • Mejora la gestión de conflictos
  • Mejora las relaciones
  • Aumenta la inteligencia emocional
Fundación GizaguneEl perdón, una fortaleza ante el conflicto
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